El TEMA. La sexualidad

Propongo una reflexión sobre un tema. Sobre EL TEMA. La sexualidad. 

Como me dedico al mundo del cuidado del cuerpo (en su sentido amplio) y una de mis herramientas es la alimentación, muchas personas acuden a mi consulta porque quieren adelgazar. Adelgazar es una motivación lícita para acudir a cualquier profesional si tienes dificultades en hacerlo y es importante para tu salud. Mi observación durante años en este tipo de paciente me ha hecho ver que en la mayoría de los casos hay otro tema unido al sobrepeso de gran envergadura. La negación del deseo y del disfrute sexual. Rechazo mi propio cuerpo si no tiene una forma adecuada y lo castigo poniéndolo a pan y agua de placer. Y aquí no solo entra el tema del peso, también la estatura, algunos rasgos fuera de canon como una nariz grande, unas orejas de soplillo...¡en mi caso siempre he odiado mis tobillos ! Y este auto-rechazo se manifiesta en el terreno de juego que son las relaciones íntimas, la desnudez, la sexualidad. “ Me da vergüenza mi cuerpo, lo odio por gordo, feo, desproporcionado, gigante, ajeno, asqueroso, raro...cómo voy a ligar así, como voy a atreverme a salir con alguien, mírame, no merezco disfrutar” Y millones de frases que ya podéis imaginar. 

Mi reflexión empieza por preguntarme lo siguiente: ¿Nos conectamos con nuestro cuerpo a través de su imagen?

Podría parecer que el sobrepeso (entre otras cosas) es una limitación física para el placer, y nada más lejos de la verdad. No digo que en algunos casos no pueda ser así, pero desde tiempos inmemoriales, tanto en la cultura occidental como oriental, el erotismo ha ido cambiando sus formas. Y el arquetipo de sensualidad que ahora está vinculado a un cuerpo delgado antes iba unido a unas curvas jugosas. Quiero recordar y reivindicar algo: el placer es inherente a cualquier cuerpo. Es exactamente igual para un cuerpo, tenga la forma que tenga, el disfrute de una caricia. Y no es nuestra imagen quien disfruta de esa caricia, o la que tiene orgasmos. No es nuestro reflejo en el espejo el que nos devuelve a nosotros/as mismas nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo no nos lo devuelve nadie porque no lo hemos perdido.

Lo llevamos puesto todo el tiempo. 

La mirada tiene tendencia al juicio y a la comparación. Yo propongo una cosa, que cerramos los ojos. Que en vez de mirar tanto nuestro cuerpo desde fuera, nos dediquemos a sentirlo. 

Preparemos nuestro cuerpo para estar receptivo a unas manos propias o ajenas. Mi cuerpo, lleva conmigo desde el primer día de vida, me contiene y me permite estar aquí. Le doy las gracias por todos los orgasmos que me ha dado y los que me dará. 

Propongo que nos reeduquemos a nosotros/as mismas, que aprendamos a disfrutar por derecho y porque sí. Rompamos los espejos que son solo nuestros prejuicios y abramos la mirada también al tacto, al olfato, al oído. 

 

A mí siempre me han gustado las personas con “exceso” de peso, hombres y mujeres me han parecido sexys y deseables. ¡Hay muchas personas como yo que adoramos las barrigas! No nos pongamos trabas tampoco en nuestros gustos, dejemos que nuestra libido investigue. Dejemos nuestro deseo en paz. Por favor. 

Pasemos de ser personas que necesitan ser deseadas a personas deseantes. No hay nada más sexy que una persona conectada con su fuerza y su deseo. Conectada con la vida. Y la vida está en todos los cuerpos. Adelgaza si quieres y lo necesitas, pero no postergues el deseo para después. Empieza hoy, te ayudará a adelgazar.