La Salud se construye

MEDICINA CHINA Por Rut Muñoz

El paciente, para la medicina que yo estudié y sigo aprendiendo, es el propio maestro, el médico sólo es el que le acompaña con su saber, como si este fuera una pequeña luz tan necesaria cuando vas a oscuras. Romper la jerarquía en la que el paciente diagnosticado como enfermo obedece porque sí a una autoridad externa llamada médica es la verdadera revolución que desde mi lugar me planteo. Sin enfermos ni “sanadores", el concepto de Salud es un diálogo de dos conciencias, la que posee el conocimiento “médico” que aportan los años de estudio y praxis y la conciencia de “uno mismo” que tiene el propio paciente.
Me preguntan qué es la medicina china para mí, y a parte de lo mencionado, sólo se me ocurre una cosa: silencio. Yo no sé qué es exactamente lo que sucede cuando una persona sentada delante de mí nombra su dolencia y me pide asesoramiento, pero sucede en un silencio. Nunca antes he intentado describir esto, nunca antes había intentado contestar de manera rigurosa esta pregunta. La medicina china para mí es silencio. Y tiene una función de estómago o vacío receptivo donde el otro, el que habla, va volcando sus síntomas y su descripción del malestar mientras este va digiriendo todos los detalles. Y como en un juego de dibujar uniendo los puntos de repente sucede una compresión y aparece ante mis ojos un paisaje. Y sólo entonces se desvela también un desorden en ese paisaje. La medicina china es callarse. Por su puesto que esto no es lo que se estudia en las escuelas, ni si quiera de medicina china, o al menos no de manera prioritaria en esta era donde el conocimiento parece un fin en sí mismo.
La medicina china no cura desde el poder, ni si quiera desde el poder que implica tener mayor conocimiento del cuerpo humano y sus representaciones patológicas. Cura desde el silencio, desafiando la inteligencia del paciente e intentando sacudir la conciencia cuya naturaleza es estar implicada en la vida, y por ello en la autoregeneración. Y en este sentido el lugar del médico chino es un lugar político, debe ser capaz de romper el status de superioridad y de suprimir la desigualdad. Ser firme y no usar estrategias paternalistas ni maternajes a los que la medicina occidental nos tiene acostumbrados. Su punto de partida es la confíanza en la sabiduría innata del propio paciente.